dijous, 13 de gener del 2011

Ofèlia

Vam comentar que la imatge de l'ofegament d'Ofèlia, que en realitat ocupa poc espai en Hamlet, és de les que ha inspirat més pintors i artistes en general. Sens dubte, el quadre més famós d'Ofèlia és aquest, obra del pintorJohn Everett Millais:


Podeu llegir un comentari interessant sobre el personatge d'Ofèlia en aquest enllaç.

Altres imatges d'Ofèlia, una mica a l'atzar entre les trobades a la xarxa:




 És bastant conegut el poema que Arthur Rimbaud va dedicar al personatge. L'atracció dels artistes del XIX per Ofèlia (també per la Beatriu de Dante i altres figures femenines de la literatura) ja l'hem comentada en altres ocasions. Ací teniu el poema de Rimbaud en la traducció castellana (no n'he trobat cap de catalana, si no ja sabeu que l'hauria posada):

I
En las aguas profundas que acunan las estrellas,
blanca y cándida, Ofelia flota como un gran lirio,
flota tan lentamente, recostada en sus velos...
cuando tocan a muerte en el bosque lejano.

Hace ya miles de años que la pálida Ofelia
pasa, fantasma blanco por el gran río negro;
más de mil años ya que su suave locura
murmura su tonada en el aire nocturno.

El viento, cual corola, sus senos acaricia
y despliega, acunado, su velamen azul;
los sauces temblorosos lloran contra sus hombros
y por su frente en sueños, la espadaña se pliega.

Los rizados nenúfares suspiran a su lado,
mientras ella despierta, en el dormido aliso,
un nido del que surge un mínimo temblor...
y un canto, en oros, cae del cielo misterioso.

II
¡Oh tristísima  Ofelia, bella como la nieve,
muerta cuando eras niña, llevada por el río!
Y es que los fríos vientos que caen de Noruega
te habían susurrado la adusta libertad.

Y es que un arcano soplo, al blandir tu melena,
en tu mente traspuesta metió voces extrañas;
y es que tu corazón escuchaba el lamento
de la Naturaleza –son de árboles y noches.

Y es que la voz del mar, como inmenso jadeo
rompió tu corazón manso y tierno de niña;
y es que un día de abril, un bello infante pálido,
un loco miserioso, a tus pies se sentó.

Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca! .
Te fundías en él como nieve en el fuego;
tus visiones, enormes, ahogaban tu palabra.
–Y el terrible Infinito espantó tu ojo azul.

III
Y el poeta nos dice que en la noche estrellada
vienes a recoger las flores que cortaste ,
y que ha visto en el agua, recostada en sus velos,
a la cándida Ofelia flotar, como un gran lis.